Cuando Jhon Mauricio Marín, presidente de la compañía pública Fiduprevisora, asegura que tuvieron un año récord, debe aclarar que no le está poniendo dramatismo a la cifra. “Realmente son los mejores resultados en los más de 30 años de historia de la compañía”, explica en diálogo con Forbes Colombia.

Solo en ingresos por comisiones fiduciarias, la compañía recibió $137.000 millones mientras que el total de ingresos operacionales llegó a $230.000 millones.

“Crecimos un 36% respecto del año anterior y en eficiencia operacional logramos un indicador de 58%. En esta cifra tuvimos un crecimiento de 23 puntos, porque el año pasado fue de 35%. Eso significa que no solo estamos produciendo más sino estamos gastando mejor nuestros recursos”, aseguró al hacer un balance de su gestión en 2023.

De otra parte, la compañía logró dejar un saldo de activos administrados en $57 billones lo que está muy por encima de los $42 billones con que Marín inició gestión en abril pasado.

“Actualmente, 65% de los recursos administrados son públicos y allí están, por ejemplo, los recursos del Fonpet y el portafolio de pensiones de Ecopetrol que fue una licitación que salió este año. El otro 35% son fondos privados y allí principalmente están los recursos de obras por impuestos”, explicó.

Aseguró que este mecanismo de obras por impuestos está avanzando, aunque es necesario divulgar más sus beneficios, porque muchos empresarios creen que solo está a disposición de grandes compañías o firmas petroleras.

“Se cierra el año con una gran noticia, porque ya a través de obras por impuestos se han gestionado $1,3 billones en los últimos cuatro años. Además, el Confis acaba de ampliar el cupo que estaba en $800.000 millones al año y ahora será de $1 billón para 2024. Ese es un voto de confianza del gobierno con las empresas privadas”.

Según él, ha costado promover el mecanismo, porque no hay conciencia que cualquier compañía que facture más de $1.425 millones al año puede utilizar esta forma anticipada de pago de impuesto de renta, lo que se verá reflejado en obras específicas.

“Ese es un universo de empresas grande. Este año cerramos con 156 obras administradas por nosotros. Allí somos los contratantes y entregamos el recurso a medida que avanza la obra”, dijo. Posteriormente, cuando el proyecto se finaliza y se entrega al servicio de la comunidad, la Fiduciaria expide un Título de Renovación del Territorio (TRT) con los que la compañía certifica la inversión y se cruza ese valor con el pago del impuesto de renta ante la Dian.

Para 2024, Marín ve enormes posibilidades de seguir creciendo, pues con la llegada de gobernadores y alcaldes nuevos en todo el país, el mercado territorial puede resultar muy importante para la fiduciaria. Allí son claves temas como el pasivos pensional, las reestructuraciones administrativas y los procesos en el marco de la Ley 550.

Actualmente Fiduprevisora cuenta con 274 empleados de planta directa y otro tanto en funcionarios contratados indirectamente a través de una firma temporal. La firma se encuentra realizando un análisis de la mano con la firma consultora Price Waterhouse Cooper sobre la situación para consolidar mejor la nómina de cara a los nuevos desafíos.

“Lo más importante es el gran momento de la fiduciaria por el crecimiento histórico y los rendimientos históricos que dejamos. Llevamos cinco años consecutivos con la mejor calificación triple A y somos líderes en comisiones fiduciaria. Somos la tercera fiduciaria más grande del país”, finalizó.