¿Cómo reconocer una cláusula abusiva y defender nuestros derechos financieros?
En el mercado hay cada vez más productos y servicios financieros que buscan atender las necesidades de las personas, por lo que es muy probable que encuentres una opción que parezca hecha a la medida para lo que estás buscando. Sin embargo, aunque te parezca que te queda como anillo al dedo, siempre es bueno leer con calma y analizar las implicaciones que puede traer la contratación de ese servicio. Ahí es donde hay que tener en cuenta las cláusulas que delimitan lo que compras, lo que recibes y lo que puedes hacer en caso de que tengas alguna inconformidad.
La Superintendencia Financiera tiende dentro de su misión diaria proteger al Consumidor Financiero impidiendo conductas que conlleven abusos, como puede ser convenir cláusulas que puedan afectar el equilibrio del contrato o dar lugar a un abuso de posición dominante por parte de las entidades financieras.
Las cláusulas se consideran abusivas cuando prevean o impliquen limitación o renuncia al ejercicio de los derechos de los consumidores financieros, inviertan la carga de la prueba en perjuicio del consumidor financiero, permita la modificación unilateral de las obligaciones adicionales, desconozcan el derecho de defensa, o exoneren, limiten o atenúen la responsabilidad de las entidades vigiladas.
La Ley prevé que, si las entidades vigiladas incluyen una cláusula abusiva en un contrato, esta se considerará no escrita y sin efecto alguno para el consumidor financiero. De esta forma no es necesario acudir a un proceso judicial para que el Juez declare la nulidad de la cláusula, sino que de pleno derecho no producirá efecto alguno.
Recuerda que las entidades vigiladas por la SuperFinanciera cuentan con la figura de Defensor del Consumidor Financiero, a la que siempre podrás recurrir cuando consideres que tus derechos han sido vulnerados.